lunes, 15 de mayo de 2017

Venus brillaba en el cielo


Lenguaje
Sandra Itzel Meléndez Guevara
No.23
2º “C”


Darío es un joven que llega a vivir a la residencia, era tímido, sin embargo Sarah una integrante de la residencia lo invita a dar un paseo en bicicleta, mientras ella se terminaba de maquillar, el la observaba detenidamente, pero Sarah noto la fascinación de Darío hacia ella, ambos disfrutaron ese momento a solas, mientras no llegaba Elise que también vivía en la residencia y era la mejor amiga de Sarah, Darío poco a poco fue conociendo o todos los que integraban la residencia, María José quien se enamoró de Rolf  le faltaba poco para terminar su licenciatura en Psicología, por lo cual ella se mudó a la recamara de él, para que el cuarto que quedaba vacío lo ocupara como consultorio para sus pacientes, Alejandro era el administrador de la residencia, por ser el mayor de todos, además de que sus padres eran los dueños, Chepino un norteño muy opuesto que le gustaba perseguir a las mujeres y que Alejandro decidió expulsarlo porque realizo una fiesta y la casa había quedado en muy mal estado, pero el hizo caso omiso al aviso de Alejandro, por lo cual todos tuvieron que arrojar sus cosas a la calle. La primera discusión que se llevó acabo en la residencia fue por culpa de una rata porque todos estaban a favor de matarla, sin embargo Darío no pensaba lo mismo, pero como era mayoría tenía que hacerlo, a Sarah tampoco le agrado la idea, pero cuando Darío estaba a punto de aplastarla decidió que lo mejor era dejarla ir, todos se molestaron y Sarah fue la única que se alegró y le dio las gracias por no haber matado aquel animal y lo abrazo, Darío pensó que desde esa noche Sarah realmente había empezado a sentir algo por él, esa misma noche cenaron juntos en la cocina, ella no tenía maquillaje pero para esos tiempos ya era más común verla así.
Todos los habitantes de la residencia salían a las cinco de la mañana justo cuando Venus brillaba en el cielo, realizaban los ejercicios que Rolf les enseñaba y después tomaban las bicicletas y recorrían largos caminos, todos los días su ruta era diferente, Elise que era la que estaba en mejor forma le gustaba bautizar los senderos por donde pasaban, Darío sintió como sus brazos se rozaban con los de ella en aquellas madrugadas tan frías, cuando regresaban a casa el sol ya había salido por completo e inmediatamente realizaban el desayuno que en la mayoría de veces lo hacía Alejandro porque era el que mejor sabia cocinar.
Un día Darío cometió un error verbal, en lugar de decirle a Sarah que se veían pronto dijo porno, que fue motivo de burla para el por varios días, la situación en la residencia no iba del todo bien, pues Rolf había perdido su beca y su trabajo, a María José la habían asaltado en la calle y le quitaron la renta del mes, Alejandro había perdido a varios de sus alumnos a consecuencia de la crisis económica, Elise estaba cansada de que la molestaran los hombres cada vez que caminaba en la calle, el ánimo de la residencia iba decayendo poco a poco pues cada vez eran menos los que se despertaban para ir a pasear en la bicicleta o para ir a correr, Dario en lo familiar también pasaba un mal momento pues sus padres se estaban separando, y peleando por los bienes, su madre decía una cosa y su padre otra, pero lo bueno es que casi no los veía. Lo único bueno para el eran los momentos que pasaba con Sarah y Elise platicando, escuchando música y dando paseos por las noches, En su quinta semana que Dario llevaba viviendo en la residencia habían invitado a una persona que a él le gustaba, para levantarle un poco el ánimo pues nada en su vida parecía ir bien, se trataba de Asami una mujer que con su vestimenta parecía una bailarina, además de tener un cuerpo bien formado, ojos enormes color café claro y unas cejas largas, las chicas le dieron consejos de cómo comportarse enfrente de ella de hacerse el interesante y resistir ante todas sus provocaciones, Asami era compañera de Sarah y Elise, en un taller de danza, aunque casi no hablaban, sin embargo un día que iban acompañadas de Darío, comenzaron a hablar de todos los concursos que había ganado y los países que había visitado. Aquella noche a Sarah le había nado uno de esos ataques de depresión y angustia, por lo que Darío la abrazo fuertemente y Elise le recomendó que se tomara los chochos que el psiquiatra le había recomendado, pero Sarah se negaba, esa misma noche Darío encontró a Elise llorando en su cama, él se recostó junto a ella y le contó que se había peleado con Sarah, una vez que se calmó, se fue a su habitación. Una mañana todos se alistaban para ir a la fiesta con el tío de Alejandro, Darío como no estaba enterado, lo único que pudo agarrar fueron dos mudas de ropa y agua que guardo en una mochila, todos estaban listos para el viaje en bicicleta, aunque era difícil que todos fueran al mismo ritmo porque algunos tenía más condición que otros, Darío por ocasiones perdía a Sarah por los rayos del sol que lo deslumbraban, y era difícil ir igual que Elise, por algún momento pensó en decirles lo que sentía por ella y Sarah, sin embargo no lo hizo, después de la fiesta el único que levanto la basura fue Rolf pues todos se habían adelantado al lugar donde acamparían  esa noche, cuando ya todos estaban, encendieron la fogata y cada uno comenzó a platicar los planes que tenían para los días siguientes, todos abandonarían la residencia hasta Darío que mintió porque en realidad no sabía qué hacer con su vida, a la mañana siguiente regresaron a casa.
Como iban pasando los días cada integrante de la residencia salía de ella, lo más feo para él fue cuando Sarah y Elise se despedían porque se iban a California, con la mirada Sarah le trasmitió a Darío tranquilidad que evito que ambos lloraran, después de que todos se fueran y tomaran rumbos diferentes, Alejandro permitió que Darío se quedara en la casa sin pagar renta, a cambio de que mostrara la casa a todos las personas interesadas en ella. Un día llego una familia, sin embargo no se mostró convencida, pero también llego una señora que le gusto y decidió rentarla, la desesperación para Darío aumentaba porque no tenía un lugar a donde ir, pero la nueva inquilina, lo dejo quedarse algunas semanas más mientras le hacían unos arreglos, la señora se dio cuenta de que Darío estaba preocupado por lo que le pregunto él le explico lo que le pasaba y logro sentirme un poco mejor, el decorador que llevo la señora le ofreció trabajo a Darío pero él no sabía nada relacionado con la decoración, le explico que era fácil solo era convencer a los clientes, lo acepto pero no tardo mucho tiempo en ese trabajo, cuando por fin había llegado el momento de salirse de la residencia completamente y lo primero que hizo fue buscar a Asami, en su departamento ella había salido de viaje, por lo tanto el paso algunas noches durmiendo en la calle, mientras Asami llegaba. Tiempo después recibió una carta de Sarah contándole lo bien que la estaban pasando y que irían a México en las vacaciones de Semana Santa para ir a Michoacán y le comento de la bici nueva que le había comprado Elise. Finalmente llego ese día y Darío estaba ansioso por verlas, cuando llegaron le entregaron la bicicleta a Darío, comenzaron a platicar y pusieron en marcha el plan cuando partieron a Michoacán se hospedaron en la casa de un amigo de su papa, pero en ese viaje Sarah desapareció, nadie sabia en donde estaba, Elise y Darío la buscaron por los lugares cercanos a donde estaban pero no encontraron, avisaron a su mamá pero no le tomo importancia el tiempo transcurría y no había noticias de ella, Elise tuve que regresar a California pero todos los días hablaba por teléfono con Darío, habían pasado 3 meses de su desaparición y las llamadas de Elise y Darío eran menos frecuentes. Elise volvió a regresar a México pues Darío había recibido una carta de Sarah el cual era una esperanza para todos y volvieron a continuar con la búsqueda volvieron a aquella playa donde estuvieron por última vez, se quedaron a acampar, Elise ya rendida ya no podía más, sin embargo Darío sintió la presencia de Sarah, cuando trato de salir de la casa no podía respirar y cuando abrió los ojos vio a Elise que salía corriendo de la casa, de repente la dejo de ver porque se había hundido al fondo del mar donde encontró el cadáver de Sarah, desde ese momento logro despedirse de ella, él pensó que tal vez también moriría ahí, sin embargo una ola lo ayudo a salir de ahí y Elise se encargó de revivirlo.
Diez años después Darío y Elise lograban recordar a Sarah sin ponerse tristes, aunque eran los únicos que mantenían comunicación porque del resto de los integrantes de la residencia no sabía nada de ellos.
Referencia

Mendoza Jano, 2015, Venus brillaba en el cielo. 

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