Preparatoria
Matutina “Quimica Marina Senties Lavalle”
2
“c”
Diana
Guieze Pardo Silva #30
Lenguaje
e Investigación
Profa.
Veronica Alejandra Apam Torres
Reseña:
“El
lápiz de labios del señor presidente”
Dedicatoria
del autor:
“Era una mañana de
marzo”
Nunca, pero nunca
empiecen un relato de esta manera
cuando
quiera escribir uno. Ningún principio podría
ser
peor: carece de imaginación, es plano ,seco,
Y
probablemente sea puro aire.
O.Henry
“Primavera
a la carta”
“El
lápiz de labios del señor presidente”
Un simpático jubilado se ha
convertido en un asesino implacable o eso parece. Su nombre: Mare Una mala travesura impulsiva lo puso en el
mismo sitio donde alguien le quitó la vida a una mujer.
Todas las pistas lo señalan
como el culpable y comienza la persecución en su contra. Mientras escapa de la
justicia, y para volver a su tranquila y cotidiana vida sin sobresaltos, debe
armar el rompe cabezas del crimen. En donde la pieza clave es el lápiz de
labios del señor presidente.
El recuento de las
situaciones del inocente Mare comienza a partir de una amarga ironía está
novela, en la que sólo el humor de momento le deja todo al suspenso.
Algunos datos del autor
Antonio Malpica (Ciudad de México ,1967) se dedica a escribir novelas y obras
de teatro, además de tocar en un trío de jazz. Ha recibido numerosos
reconocimiento por su producción literaria, entre ellos, el premio El barco de
vapor por el libro diario de guerra del coronel Mejía y el premio Gran Angular,
en dos ocasiones, por sus telenovelas el nombre de Cuautla y Ulises 2300. El tema del libro es del género de drama.
El mundo de Maré comenzó a
hacerse pedazos cuando quiso escapar de la rutina. Un capricho del destino lo
puso en situaciones de eventos desafortunados. Ahora tendrá que resolver el
homicidio de su vecina para recuperar su vida y su libertad.
Mare el protagonista
principal el que narra la historia del cual me pude dar cuenta que él va
desarrollando las vivencias, sentimientos de cada uno de los personajes que ahí
aparecen.
Ante los libros de Antonio
Malpica no hace falta preguntarse si son para jóvenes o adultos. Ellos son
capaces de llegar a un público diverso y amplio, ya que su prosa y estructura
son accesibles sin ser difíciles. Como señas particulares tienen el humor, por
un lado; por otro, el difícil cometido de no dejar escapar la atención del
lector, que consiguen gracias a la conciencia y buen manejo del conflicto, así
como a la construcción de sus personajes, tan persuasivos, tan entrañables
desde las primeras páginas. Todo esto se debe también a la dimensión algo
misteriosa y nunca explicable al cien por ciento, que forma parte del talento
de un buen escritor. El olfato del narrador, diría pensando también en Andrés
Acosta.
El lápiz de labios del señor
presidente es una buena muestra del oficio y del olfato de Antonio Malpica. Se
trata de una novela policiaca en la que el investigador y el acusado del crimen
son la misma persona. El señor Maré es un viejito jubilado cuya vida ha sido
anegada desde hace tiempo por la rutina. A pesar de vivir en un edificio de
departamentos, donde la proximidad con los vecinos es mucha, Maré evita el
contacto con los otros. Su mayor y única aventura consiste en salir a comprar
leche y pan cada tarde.
La situación se tornará muy
distinta a partir de que se le ocurra tomar las llaves que una vecina ha
olvidado pegadas en la puerta de su casa. Esto, que podría no pasar de ser una
inusitada travesura, se convertirá en un infierno cuando, por curiosidad,
nuestro protagonista husmee en la casa de la vecina. Una racha de mala suerte
lo implicará en un asesinato que no cometió. Maré se verá obligado a huir y,
desde el exilio de la calle y los hoteles de quinta, tendrá que averiguar la
verdad para salir bien librado.
La novela se desarrolla en
dos planos narrativos que se alternan en relación de uno a uno: el que ocupa la
mayor parte de la novela está narrado en tercera persona y cuenta las
desventuras de Maré en su intento de demostrar su inocencia; el otro consiste
en fragmentos muy breves que son narrados por distintos personajes mientras los
interroga el inspector Gualton, investigador del caso. Si bien el plano de Maré
es lo bastante atractivo como para mantener el interés del lector, el plano de
los interrogados, ubicado muchas veces en el futuro respecto del primero, nos
da luz sobre el curso que está tomando el proceso y acrecienta aún más la intriga.
Si sumamos a ello el humor con que se nos cuenta un drama absurdo, pero drama
al fin y al cabo, y la simpatía generada por el despistado pero sagaz
protagonista, entendemos que el libro sea difícil de dejar.
El lápiz de labios del señor
presidente cumple como novela policial: hay un misterio como centro, hay
suspenso sin tregua y hay una resolución satisfactoria y coherente que se
revela de forma gradual. Pero el libro es también una novela de aprendizaje:
mientras trata de salvarse, Maré será testigo de diversas historias de vida que
quizá le devuelvan la empatía con el género humano. Tal vez el viejito no sea
tan ajeno a los otros como al inicio de la novela pensaba o quería hacerse
creer.
Además, esta obra puede
leerse como un sutil homenaje a la ficción, que nos permite meternos a la piel
de otros para enriquecer nuestra experiencia, que nos colma el deseo de no ser
solamente una persona. A esta interpretación abona el título de la novela, que
se refiere a un libro dentro del libro que cuenta el
Tu muy bien.
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