ESCUELA PREPARATORIA MATUTINA
“QUÍMICA MARINA SENTÍES LAVALLE”
DEL CENTRO ESCOLAR “NIÑOS HÉROES
DE CHAPULTEPEC”
JENNIFER MICHELLE LÓPEZ OSORNIO
2° “C” NO.LISTA 22
Título: Mi tía Lú
Autor: David Martín del Campo
Lugar de publicación: México
Editorial: SM
Año: 2013
Páginas: 140
“Mi tía Lú” describe la
historia de Araceli y su tía Lú (o su tía la “loca”).
Tenía mucho tiempo que
Araceli no veía a su tía, por lo tanto, la noticia de que pasaría las
vacaciones con la hermana de su papá no le cayó muy bien que digamos.
Llegando al sitio donde
pasaría sus largas vacaciones, había dos casonas, una de ellas tenía un letrero
que decía “Lo más antiguo, la Casona de Drake”; era esa la famosa casona de su
tío Ulises y de la que tanto se hablaba
en la familia.
Su tía le presentó a
Van Gogh (el perro) y a Nana Teresa ó también conocida como Nana Té, su tía la
presentó con un “Teresa es medio bruja…” y Araceli no entendió hasta que
comenzó a escuchar lo que Nana Té le contaba a la tía Lula sobre su sueño de
esa noche en donde según ella el sol se había metido a su cabeza y había visto
llegar a la casona a una niña con el fin de aprender.
Esa niña, era Araceli.
Pero… ¿qué iba a aprender?
Araceli comenzó a echar
un vistazo a la casona, las habitaciones, la cocina, la sala y se dio cuenta de
que no había televisión en esa casa, preguntó a su tía por qué no había este
aparato si era lo esencial en cualquier lugar y ahí recibió la primera “regla”
por así decirlo, de su tía… “en esta casa no se ve televisión”. Como todos los
niños, Araceli pensó en lo aburridas y tediosas que serías sus vacaciones con
la tía Lula pero, ya estaba ahí y no había vuelta atrás.
Subió a su recámara y
desde la terraza se podía admirar el río. Mismo que más tarde iría a visitar
con su tía.
Una de las condiciones
que Araceli recibió por parte de su mamá para poder viajar en las vacaciones a
casa de la tía Lú, era que escribiría una bitácora diaria de todo lo que
hiciera en el día y lo que más le hubiese gustado de este.
Una mañana su tía le
dio una ficha de inscripción en el Colegio Quetzal de Artes y Humanidades, para
un taller de danza folklórica.
Mientras ella ensayaba
una de sus primeras coreografías en la playa, tropezó y ahí conoció a Manuel,
un marinero al que ella le había echado un ojo desde que iba llegando a la casa
de su tía Lú.
Su tía pintaba unos
cuadros muy buenos, bodegones, paisajes que pintaba en la playa, flores como
orquídeas, tulipanes, etc.
Una tarde llegaron dos
amigos de ella, para hacer “negocios”, ¿y qué clase de negocios? Querían
comprar uno de los cuadros de la tía Lula. Entre ella y Araceli sacaron todas
las obras de arte y quedaron impactados con el cuadro más reciente. Finalmente
lo vendió, aunque ese cuadro tenía un valor sentimental para ella, dinero era
dinero y ella decía que ese era el trabajo de un artista.
Araceli comenzó a
sentir intriga sobre su tío Ulises, tenía años que él no vivía con su tía, pero
Araceli desconocía la razón. Fui así como su tía le comenzó a contar la
historia de la ausencia de su tío… “dijo que iba por unas flores y nunca
regresó”. Realmente sonaba como una anécdota triste, pero a la tía Lú no se le
notaba la tristeza en su rostro, platicaba de su tío Ulises de una manera muy
tranquila y sin estancarse en el pasado o en el “¿por qué no regresó?
Araceli ya llevaba
bastantes páginas de la bitácora que su mamá le había pedido, una mañana le
ofreció su ayuda a su tía para limpiar la casona del tío Drake y ahí le contaba
un poco sobre lo que ya llevaba escrito.
Salieron de ahí y
Araceli olvidó su libreta dentro de la casona, no se dio cuenta hasta en la
noche y en el transcurso de una tormenta, entonces salió a la casona para
buscarlo y ahí encontró a la Nana Té en una silla, entre tantos relámpagos no
se distinguía bien si sí era la Nana Té y a eso sumándole que no se movía ni
nada, Araceli tomo su libreta y salió de la casona aún a media tormenta.
La mañana siguiente, la
tía Lú recibió la noticia de que una lancha de pescadores, en la cual navegaba
su amigo Eulalio, se había hundido y ninguno de ellos había sobrevivido a la
tormenta en altamar.
Araceli y la tía Lú
fueron con la familia de Eulalio a dar el “pésame” pero la esposa se comportó
con indiferencia y lo mejor fue retirarse del lugar.
Desde que recibieron la
noticia de que el Saeta II se había hundido y con él, muchos pescadores entre
ellos Eulalio, los famosos “lunes de dominó” en casa de la tía Lú dejaron de
ser una costumbre y Lourdes se comenzaba a comportar de una manera muy extraña
y parecía que lo único presente era su cuerpo, pero en realidad ella no estaba
ahí.
Se acercó la época de
huracanes que llegaban siempre con sorpresas nuevas para la Tía Lú, Araceli y
Nana Té y así durante el pequeño resto de las vacaciones.
Finalmente, Araceli
regresó a casa, a los 22 decidió casarse y tuvo una bebé, misma que nació el
día en que la tía Lú falleció y a quien Araceli la llamó “Lú” en honor a su
grandiosa y “extravagante” tía Lula.
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