Autor:
Lolita Bosch
Año
de publicación: 2005
Lugar
de publicación: Madrid
Editorial:
Gran Angular
Introducción: M tiene 16 años y disfruta de sus
clases tanto como del básquet. J, con quien ha andado desde los 4 años, es su
mejor amigo, y Ella es su hermanita, a quien acompaña a la escuela todos los
días. M tiene dos opciones para su futuro: dedicarse al básquet en forma
profesional o ser veterinario; pero no cree que llegue a ejercer alguna de las
dos, ya que se niega a dejar a su madre y hermana a merced de su padre. Su
padre es un hombre violento que los maltrata. Lo que M ignora es que ni
siquiera tendrá la oportunidad de decidir sobre su futuro, ni podrá contarle a
J lo que le pasa, tampoco descubrir que una chica está interesada en él, puesto
que 18 horas después del inicio de la novela, M y su familia serán asesinados
por su padre.
M era un adolescente y tenía, como cualquiera de nosotros, el derecho a
la vida, la posibilidad de alcanzar las metas que se trazara, el poder
enamorarse, pasar el tiempo con J, su mejor amigo… M podría haber llegado a ser
un gran profesional, podría haber vivido, porque lo que él hizo durante su
corta “vida” no fue precisamente vivir, sino estar angustiado y molesto por los
golpes de su padre y por el silencio de su madre. Quizá si ella hubiera
denunciado el abuso, todo habría ido bien, pero no fue así y esto es algo que Lolita
Bosch nos dice una y otra vez desde la primera página del libro. No habrá
pasado ni siquiera un día desde el inicio de la historia y M, su madre y su
hermana ya habrán sido asesinados por el padre. El hecho de que la autora nos
cuente el desenlace de la vida de esta familia nos muestra que el fin de la
novela no es el crear suspenso. La trama es real y horrible a la vez; una
situación que es cada día más común y más comentada.
M es un grito, una llamada a la realidad, es la voz silenciosa de tantas mujeres que, como la madre de M, tienen miedo de que al denunciar a sus esposos estos se vayan contra sus hijos.
El libro es lo suficientemente extenso para expresar en una historia, la de M, la situación de miles de familias alrededor del mundo. Sin embargo, no por ser un libro pequeño deja de lado la detallada descripción de cada uno de los personajes y de las actividades que realizan diariamente; Lolita narra de manera tan detallada que al final de la historia, aun sabiendo lo que iba a ocurrir, no pude evitar sentirme molesto por la cantidad de casos similares que deben ocurrir día tras día. Quizás no estemos viviendo lo que M, pero podemos ser lo que J hubiera deseado: tratar de ayudar a nuestros amigos lo más que podamos. Es imposible entender a los demás, porque ni siquiera uno mismo se comprende plenamente, y es muy difícil saber qué es lo que está pasando la persona con la que estamos la mayor parte del día, pero nunca está de más el preguntar si podemos ayudar en algo a aquellos a los que vemos tristes.
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