miércoles, 7 de junio de 2017

Ulises 2300 || Yessica Rebeca Guevara Flores #19

Reseña: Ulises 2300
Título: Ulises 2300
Editorial: Ediciones S|M
Año: 2003
Páginas: 195

Yessica Rebeca Guevara Flores 2° ‘‘C’’ #19

Salomón Narváez es un catedrático de una universidad y un ajedrecista retirado con una columna en un periódico que, aparentemente, nadie lee. Esa idea cambia cuando sus ejercicios son resueltos por un tal Ulises Bernal.
Intrigado por su posible único lector, Salomón “Caballo Loco” investiga al susodicho y descubre que es un niño no mayor a su desobligado e irresponsable hijo Alan de 16 años.
Después de varias pruebas, Salomón descubre en Ulises un potencial muy grande para llegar a tener triunfos importantes, sin embargo, el chico no está nada interesado.
Salomón, claramente traumatizado por un episodio de su infancia en la que desperdició su oportunidad de convertirse en campeón nacional, utiliza todos sus medios para convencer a Ulises de jugar ajedrez para así poder convencer a su ex entrenador, un GM español, de que él. Salomón, si es capaz de ser alguien en el ámbito ajedrecístico.
Salomón descubre que Ulises está enamorado de una joven no muy encantadora físicamente llamada Marina. De una manera casi enferma, convence su único hijo mediante un ultimátum de que curse el resto del ciclo escolar en la escuela de Ulises, se vaya a vivir con el joven prestigio del ajedrez y le ayude a conquistar a la joven. Todo eso vestido de mujer bajo el nombre falso de Julia.
El plan parece un éxito. Falló un poco al principio, pero finalmente Julia logró hacerse muy popular y sacarle cierta información a Marina. Resultó que ella iba a un coro porque el director era un tipo muy guapo para ella. Ulises y Julia también entraron al coro para poder estar cerca de la chica. Fue ahí donde ella y el niño se hacen amigos y empieza su romance.
Mientras tanto, Ulises sin ningún tipo de entrenamiento ni estudio, logra ganar cada torneo y cada partida que juega, mientras que Salmón se regocija en el éxito en el que él no tiene nada que ver.
Ulises es un joven muy especial. Además de tener un talento natural para jugar ajedrez, también es muy inteligente y un virtuoso del piano con lo que logra conquistar completamente a Marina.
Salomón anhela que Ulises gane el Nacional.
El torneo se presentó en la misma fecha que el recital del coro. Ulises se desanima al ver a Marina con el director del coro, por lo que se retira del torneo.
Narváez está devastado.  Él, muy confiado en su descubrimiento, invitó a su antiguo entrenador a ver en el nacional el triunfo de Ulises que jamás llegó.
El GM, convencido de la mediocridad de Salomón, se retira al final del torneo directo al aeropuerto para volverá su España.
Cuál sería la sorpresa de Salomón al enterarse que Ulises salió de su trance y se dirigió al aeropuerto a retar el ex entrenador de Narváez.
Jugaron una partida que se prolongó varias horas y que culminó con la victoria de Ulises.
Esa fue la última partida de Ulises, que logró alcanzar un rating ELO de 2300 puntos.
Alan pudo dejar de fingir y se dedicó plenamente a sus estudios, con lo cual logró un trabajo relacionado con autos en Paris.
Ulises se casó con Marina y fue muy feliz.
Y Salomón se olvidó definitivamente del ajedrez y le dio a Alan tres hermanos.

Opinión personal.
El libro en general fue bueno, sin embargo me pareció muy irreal. Muy irreal que Ulises le ganara a gente con tantísima experiencia sin un poco de preparación. Muy irreal la felicidad de Salomón ante los logros de Ulises, pues él jamás hizo nada que ayudara al muchacho a avanzar en su carrera ajedrecística. Muy irreal la organización de los torneos. Muy irreal la asignación del Elo de Ulises. Muy irreal que Salomón haya obligado a su hijo a pasar por una humillación como esa. Muy irreal que Alan haya aceptado. Y la lista de cosas irreales en este libro no era de fantasía sigue y sigue.

Nuevamente, la idea del libro fue muy original y estuvo bien redactado y fue fácil de entender, sin embargo, no me gustó mucho.

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