miércoles, 7 de junio de 2017

Si no despierto. Sergio Campos Pimentel N.L.5

Si no despierto

Esta historia habla de que Sam ha sido popular desde que Lindsay, la chica más guapa y popular de su curso, la eligió como su mejor amiga. Desde entonces han sido inseparables y ahora están en último curso y a unos meses de graduarse. Ellas dos, más otras dos chicas (Ally y Elody) son las más guapas de la escuela, y también las más malvadas. Así que este 12 de febrero es un viernes típico en sus vidas: ir a la escuela, pasarla bien, atormentar a la indeseable Juliet, ir a casa de Ally y maquillarse para la noche, beber e ir de fiesta. ¿El problema? La noche no termina como Sam esperaba, porque cuando están volviendo a casa sufren un accidente automovilístico. Y cuando Sam creía que ya no estaba en este mundo, despierta en su cama y vuelve a vivir el mismo día. Una y otra vez. ¿Qué tendrá que hacer para que este martirio termine?

Usualmente amo a las chicas malas. Las chicas malas son mis favoritas porque no son mojigatas, ni buenas (duh!), ni actúan de manera correcta. Así que creí que me encantaría Sam desde el primer momento, pero en realidad eso no pasó.


Sam es malvada, grosera, obtusa y superficial; vive en su propio mundo de perfección. Mi problema con Sam es que me parece un personaje débil, es una chica mala por presión social, empezó a hacer todas las cosas malas por estar a la par con Lindsay, la líder del grupito de maldad, y para mí eso la hizo un poco insulsa; malvada, sí, pero sin la fuerza que yo esperaba en ella (ya, que soy rara, y debo decir que si la historia hubiese tenido a Lindsay como protagonista, la típica chica mala que me gusta porque es la más grande perra líder, entonces hubiese disfrutado más el libro). Aunque su cambio en cada página es latente y puedes notar su desesperación, pero también su interiorización y reflexión, cómo va descubriendo todos sus defectos, acepta sus errores y de alguna manera intenta cambiar en un día lo que fueron años de ser una perra persona mala, aún así es un personaje que no terminó de convencerme; pese a que al final no me disgustó tanto como al principio, tampoco se convirtió en mi personaje favorito del mundo mundial.
La autora tiene momentos geniales, donde te tiene pegada a las páginas esperando por más, pero también tiene momentos en donde todo me parece muy plano y sin gracia, aburrido hasta el cansancio. Me gustó que en algunas partes Sam le hablara directamente al lector, creo que son los momentos más profundos y donde puedes conectar con Sam a un nivel más directo, como si ella fuese una persona real y no sólo un personaje de un libro. Ahora, la repetición de los días una y otra vez fue un poco cansino, la novela empieza con buen ritmo, pero hay momentos donde decae y se torna pesada y lenta, para después volverse interesante nuevamente (hacia los capítulos finales, mis favoritos porque me hicieron sentir muchas cosas). Así que sentí que el ritmo del argumento no fue tan consistente como esperaba para una historia que intenta ser reflexiva.

¿El final?  No hablaré de él específicamente porque no quiero soltar spoilers, pero sólo diré que me lo esperaba y me ha dejado satisfecha, pero también un poco descolocada. 

En general, es una historia realista, con una protagonista que puede ser odiosa al principio, pero que poco a poco logra tocarte con su historia y con su forma de afrontar la situación a la que se enfrenta.

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