jueves, 8 de junio de 2017
Venus brillaba en el cielo, Miriam Mendoza Sida #25
Venus brillaba en el cielo, es un libro que trata de un joven llamado Darío. Una década con él y sus amigos, años donde experimentaremos diferentes emociones tales como tristeza, compasión, empatía y felicidad. Todas esas emociones a las que nos lleva un drama, porque eso es este libro, un drama.Sobre la trama y sobre el estilo del autor al escribir.El cómo está escrito el libro es simplemente fascinante, me encanto. Desde el primer momento la lectura te toma, te agarra por sorpresa y mientras avanzas por sus páginas te atrapa, eres cautivo y no puedes dejarlo hasta acabar; o al menos a mí, así me paso. Un punto para el autor.
La trama empieza de una forma que a mí me parece bastante peculiar. Directo a la acción. Darío, que en ese pasaje no se menciona su nombre, hasta medio capitulo después, describe a una chica hermosa pero complicada, Sarah, esta joven que él dice amar y que en las primeras hojas, ella se lanza a besarlo para después desaparecer. Pude imaginármela perfectamente, y puedo decir que me cautivo desde ese momento, el libro y ella.“-Te dije que tengo la boca helada – insistió.-¿La boca helada? – Cuando termine la frase sentí sus labios juntarse con los míos.Fue un movimiento veloz y, por supuesto no lo esperaba.”
Una de las situaciones humanas que te hacen adentrarte a la historia es “El Chamuco”. Ese sentir que invade de a momentos a Sarah y a Darío. Una sensación de derrota, desesperación, impotencia, todo junto. Una depresión que ellos describen como “el no poder seguir más” que creo que todos en algún momento de nuestra vida hemos sentido. Yo lo he llegado a sentir, sin embargo, no tan intenso como ellos dos. Pienso que en situaciones así uno tiene de dos; el afrontarlo y seguir adelante o dejar que te consuma, rendirte y escoger el camino fácil, desaparecer. Gracias a la manera en la que me educaron no me dejo rendir tan fácil y siempre he luchado contra el chamuco en toda situación, no importa lo difícil que sea.“-Es raro, es una mezcla ente angustia y una tristeza que no puedo controlar. De pronto las cosas están bien y luego, en cuestión de segundos, todo se pone muy mal, como si abrieran mi pecho y lo quisieran desgarrar. (…)-Bueno, al menos es pasajero – le comente.- Eso intento creer, pero cuando me atrapa no puedo pensar con claridad. Si veo hacia futuro, me parece mas estrecho y me da miedo. No tengo ganas de continuar y tengo ganas de terminar con todo.”
Hablando sobre la trama, esta no me parece TAN buena. Podría decir que hasta mala. Los primeros capítulos me encantan, ya lo he mencionado. Pero en un punto, la historia se vuelve lenta, tediosa y predecible. Aparte de eso, no me termina de caer bien Darío. Y Sarah solo me agrada porque al ser tan volátil, solo te dan ganas de proteger, o el hacer que ella este bien… pero es un libro y esto no se puede cambiar. Ambos son tan deprimibles. Cualquier situación es capaz de tirarlos, tirarlos y dejarlos en el suelo por un buen tiempo. Su debilidad me desagrada, el que una persona se deje derrotar por la vida me parece algo triste y para mí, nadie debería de ser así.De alguna manera es un triángulo amoroso la situación sentimental de Darío. Sabe que con Asami jamás podrá tener nada porque no es lo suficiente “hombre” para ella; y que podría ser inmensamente feliz con Sarah o Elise. Las dos últimas son mejores amigas y son completamente diferentes. Polos opuestos y no pueden estar más una junto a la otra. Darío está totalmente enamorado de ambas. Según su parecer.El problema anterior desemboca en que Darío, a fin de cuentas, quede como el perro de las dos tortas. Queriendo todo pero quedándose sin nada. Esto, a mi parecer es un problema por su falta de decisión que podemos ver a través de la historia. No sabe qué hacer con su vida, no sabe qué hacer después de la separación de los habitantes de la casa verde, no sabe cómo vivir, no sabe en quien confiar o pedir ayuda, y pero aun, no sabe a quién amar.Como en toda historia, el final es inevitable. Y la culminación de “Venus brillaba en el cielo” solamente lo puedo definir como seco. Seco e insípido como esa pastilla gigante que te debes de tragar sin una gota de agua. Seco y doloroso como el aventarse al agua y caer de panzazo. Seco y triste por ser el final de una historia y recibir tan poco que arruina toda tu experiencia de la lectura.Para ser una historia que te envuelve tan súbitamente esperaba muchísimo más de su final. Todos se separan, Darío termina en la calle, Sarah desparece, pasan los años, todo mejora, pero algo no termina de cuadrar para mí. ¿Dónde está Sarah? ¿Cómo Darío sale de su abismo? ¿Sarah está bien? ¿Por qué no se quedó con ninguna de las dos? ¿Serán felices después de todo? ¿Por qué hacer personajes tan complejos si su historia quedara inconclusa?Muchas preguntas surgieron después de terminar el libro y siento que la historia debió de ser más compleja o desarrollada.
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