El misterio de los mutilados
Rodrigo Guevara Medina 2° "C" #20
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Giménez es un empleado de la empresa Orthomed, que se dedica a la venta
de prótesis ortopédicas. Su jefe, Barilari, entusiasmado por las nuevas
técnicas de márketing que aprendió en Miami, descubre, ayudado por Jennings, un
profesor estadounidense, que en la localidad de Dignidad, ubicada en la
provincia de La Pampa, se venden más prótesis que en el resto del mundo. Por
ese motivo, Barilari le pide a Giménez que vaya a ese lugar y averigüe qué está
sucediendo, para poder utilizar ese dato en beneficio de las ventas generales.
A partir de ese momento comienza para el protagonista un itinerario que lo
llevará a poner en juego su vida, a perder el trabajo y la tranquilidad, y a
sustituir sus tranquilos sueños de monótono empleado contable por una pesadilla
horrible y constante.
Giménez, al recibir
dicha propuesta, más que por el entusiasmo, por el temor a su jefe y el
miedo perder su trabajo, acepta la
encomienda, sin saber que esto sería un paso hacia la que podría ser la peor
experiencia de su vida. “Usted es el
hombre, pongo en sus manos el futuro de la compañía” (Convertini, 2015, p.
22) es lo que dice Barilari para “convencer a Giménez de realizar esta
tarea.
En un principio el
camino a Dignidad es agotador, con un calor abrazador y sin un ruumbo fijo al
cual seguir, dando así pie a la serie de infortunios que aquejaran a nuestro
personaje.
Al llegar Dignidad,
Giménez nota de inmediato la pesadez en el ambiente, al caminar unas cuantas
calles dentro de este lugar, Gimenez se encuentra afuera de una pequeña cancha
de futbol donde se lleva a cabo un partido, en el cual juega un niño pelirrojo
que llama especialmente su atención, y se da cuenta de la afición que las personas
demuestran hacia el popular deporte del futbol, así como la “Irregularidad de la regularidad” (Convertini,
2015, p17). Que mencionaba Barilari.
Una gran cantidad de
personas con miembros amputados y prótesis, que como primera impresión, y
predecible razón, parecen tener una gran relación con este deporte.
Giménez se hospeda en
un pequeño hotel que se encuentra en el pueblo (de los pocos que hay) donde al
poco rato de haberse registrado y de haber llevado su equipaje a su habitación,
llega el pequeño pelirrojo entusiasmado, que parece ser el hijo del encargado
del hotel.
Los primeros días, los
pasa dando vueltas por el pueblo, yendo a comer y cenar a un bar que se
encuentra en el centro, con un chica
camarera “Cinthia” que en un principio llama su atención.
Una noche al salir de
dicho bar, nuestro personaje se encuentra caminando de regreso a su hotel,
cuando de pronto aparece un hombre que parece angustiado. Este le pide ayuda,
pero sin mas, Giménez decide “darle por su lado” y sigue caminando, en un
momento llega una camioneta que parecía perseguir al otro hombre, así que sin
pensarlo dos veces, el decide apretar el paso y llegar al hotel lo antes
posible.
“Tuve
miedo de quedar en medio de algo que me excedía y me largue a correr hacia el
hotel” (Convertini, 2015, p.40)
Al llegar al hotel,
Giménez le comenta lo ocurrido al encargado
(Alfonso), quien sin dar mayor importancia dice que podía haber sido una
despedida de soltero (obvia forma de intentar evadir el tema) “Abandone el tema para no dar imagen de
paranoico” (Convertini, 2015, p. 42)
pensó Giménez al darse cuenta de que no sacaría nada mas de esta
conversación.
Al recordar su
encomienda, Giménez decide ir al único hospital del lugar, para intentar hablar
con el doctor a cargo y así pedirle un historial clínico del lugar, obviamente
sin conseguir nada, retira.
Al ir a la
municipalidad y hablar con el intendente, Gimenez comienza a darse cuenta de
que incluso el gobierno del lugar tiene algo que esconder, ya que al hablar del
tema, es echado del lugar abruptamente
“Las
puertas se me cerraban en la cara, cada vez más rápido, cada vez más fuerte,
como si ya todos estuvieran avisados de que había un extraño que pretendía
husmear donde no debía” (Convertini, 2015, p.52). Cuando
Giménez decide ir al restaurant – bar otra vez, parece más obvia la conducta de
los habitantes, la camarera empieza a comprarse de una manera más seca y
grosera, la comida se le sirve de mala gana, y es cuando se da cuenta de que
algo comienza a ir aún más raro, al salir de ahí, Giménez camina unas cuantas
cuadras cuando de pronto es sorprendido por una banda de jóvenes, al parecer
todos tienen algún miembro amputado, lo cual torna la situación aún más rara,
le amenazan con que si lo encuentran una vez mas no saldrá con vida de eso, así
que Giménez hecha a correr al hotel, mientras la violenta banda lo persigue.
Al llegar al hotel Alfredo
y su esposa Rocío se percatan de la situación y Alfredo sale a calmar a la
banda. “Le recomendaría que hoy no
saliera del hotel. Cene acá. Y apenas pueda, váyase” (Convertini, 2015, p.71)
Esa noche tras recibir
una llamada de un compañero de trabajo quien le da una pista; “No esperes que nadie te habrá una puerta,
pero acordate de que tampoco es necesario” ” (Convertini, 2015, p.78) Al
escuchar esto y después de mucho reflexionar, Giménez escapa de su habitación
sin que nadie se dé cuenta y decide ir al hospital a husmear, sin ningún
resultado más que una persecución que lo lleva a la siguiente parte de la
historia.
Giménez es llamado como
sospechoso a la comisaria y es encerrado unas cuantas horas sin ninguna razón,
más que para tal vez causar un poco de miedo en él.
Después de ser
liberado, Giménez regresa al hotel donde a las dos horas, más o menos, tocan a
la puerta de su habitación, es Alfredo, quien decide contarle la verdad. “Me conto que Dignidad era un pueblo muy
futbolero, veinte años consecutivos sin derrotas en ninguna división. Cada
partido tenia veedores municipales que elevaban
un informe a los integrantes de un tribunal de Honor, que decidía los
perdones y los castigos” ” (Convertini, 2015, p.97)
Al parecer todo el
pueblo aceptaba esta situación como si fuera lo más normal del mundo.
Después de contarle
esta historia, Alfredo le pide a Giménez que se lleve a su hijo, todo con el
fin de que tenga una mejor vida, sin preocupaciones y sin el constante riesgo
que vivía creciendo en una sociedad como esa.
Al final de todo, Giménez
acepta, se lleva al hijo de Alfredo, y con su ayuda logra escapar de Dignidad.
A pesar de ser una
historia sin un arco argumentativo coherente,( me refiero a que no es algo que
de verdad creas que pueda pasar) logra mantenerte entretenido por algún rato,
aunque no sea una historia que busques leer insaciablemente una y otra vez.
Es una historia
sencilla, con un lenguaje sencillo, lo cual la hace más fácil y más llevadera.
Aunque no cuente con una historia demasiado rebuscada, logra mantenerte leyendo
por el ligero sentimiento de intriga que genera, que es al final lo que el
autor busca.
Aunque no sea el mejor
libro de todos, si lo recomendaría, solo pasar un rato.
Bibliografía:
Convertini Horacio
(2015). El misterio de los mutilados. México:
Ediciones SM
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